Los días de euforia reivindicatoria, cuando todos la jugaban de democráticos y perseguidos por la dictadura. En la foto entregando el informe de la Conadep a Raúl Alfonsín |
En la Argentina estamos habituados al cinismo y la demagogia. Señores que hoy figuran en el
altar olímpico de los próceres inmaculados han jugado un doble papel a lo largo
de su existencia, logrando reconocimiento y aplauso. Uno de ellos, Ernesto
Sabato, físico devenido en escritor, es celebrado como la personificación de la
democracia, la rectitud y los derechos humanos, apologista de desaparecidos y “jóvenes
idealistas” quienes en teoría, no en la práctica, lucharon y murieron por la
libertad del pueblo (¡¡¿?!!).
Principal
mentor del informe Nunca más, de la
Conadep, se convirtió en guía y faro de quienes bregaban por las libertades
individuales y el respeto a la vida. Sin embargo, no mucho tiempo antes, este señor se codeaba con
golpistas y dictadores, a quienes apoyó y aplaudió aunque, una
vez caídos, denostó y hasta insultó. En el aniversario de su 105 natalicio,
recordemos quién fue en verdad el literato en cuestión.
“Sabato
naturalmente, dudó en aceptar la invitación. Una cosa era criticar, como había
hecho, el desgobierno de Isabel Perón, jaqueado por la violencia, el derrumbe
de la economía y el caos social, y otra muy diferente era que le tomaran una
foto junto a un dictador. Era imposible salir indemne de ese encuentro. Borges
lo supo en el momento en que le daba la mano a Pinochet”, miente Héctor D’Amico en su nota “Sabato y Borges almuerzan
junto a Videla”, aparecida en La Nación el 2 de mayo de 2011. Borges jamás
renegó de su visita a Chile, es más, hasta perdió el Premio Nobel que ya tenía otorgado por haber desoído los consejos de la Academia Sueca en cuanto no hacerlo.
Volviendo a Sábato, ¡¡¿cómo es posible que
quien en sus años de estudiante presidió la juventud universitaria comunista
fuese a almorzar con semejante figura, a la que, por otra parte, siete años
después descalificó con dura terminología?!!!
Ese día, además de los
dos literatos, fueron invitados Horacio Ratti, presidente de la Sociedad
Argentina de Escritores, el padre Leonardo Castellani y el general Antonio
Villarreal.
Claro, años después
hubo que justificar esa visita y entonces surgieron afirmaciones como que una vez frente al dictador habían preguntado por once desaparecidos, que estaban todos incómodos, que a
Borges le dio un vahído y no sabemos cuantas sandeces más. Lo cierto es que
este señor fue a la Casa Rosada a almorzar con quien, años después acusó de
genocida, sin embargo, en las fotografías no parece para nada perturbado. Por el contrario,
se lo ve circunspecto y cómodo. Incluso más. Pocos días después de su visita, afirmó con convicción:
“Los extremistas de izquierda habían llevado a cabo los más infaemes secuestros y los crímenes monstruosos más repugnantes. Sin dudas, en los últimos meses en nuestro país, muchas cosas han mejorado: las bandas terroristas armadas han sido puestas en gran parte bajo control”
¿La gente se olvidó de esto? Lo ignoramos pero a él como a Maradona, Tinelli, Messi, Hebe de Bonafini y Mercedes Sosa se le perdona y justifica todo.
“Los extremistas de izquierda habían llevado a cabo los más infaemes secuestros y los crímenes monstruosos más repugnantes. Sin dudas, en los últimos meses en nuestro país, muchas cosas han mejorado: las bandas terroristas armadas han sido puestas en gran parte bajo control”
¿La gente se olvidó de esto? Lo ignoramos pero a él como a Maradona, Tinelli, Messi, Hebe de Bonafini y Mercedes Sosa se le perdona y justifica todo.
Así es este país; a
algunos los condenan al infierno y a otros que hicieron lo mismo, se les acepta
todo. Como hemos dicho tantas veces, una sociedad patética, berreta, de cuarta.
Muy incómodo no se lo ve |
Tampoco aquí. Sólo espera para saludar |
Aquí con el mayor delincuente de la historia argentina |
Rodeado de chorros y expertos en revolear bolsos con dólares |
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